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Invierno

Se oye el murmullo
de la oruga al hibernar,
el cielo llora lágrimas
de hielo cenizo, tirita
en la noche la herida
profunda de la roca maltrecha,
Eolo clama en las alturas
su custodia, mientras un perro
se acomoda en el manto cálido
de una calle vestida de blanco.

Se acerca a cada paso
la dulce imagen de la muerte
en este año, y así se despide
el tiempo, mientras avanza...
Implacable...

Se mece la noche en su cuna
de rocío, y una pared de neblina
cubre estos ojos que dejaron
de mirar, para ver...

Cúbrete, arropa tus lamentos,
mueren en el invierno tantas
flores que plantamos, y nacen
nuevas que narran el final,
nacimiento del principio.
Y sigo aquí, lejano y cercano,
prohibido... y lleno de vida.

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