Cuando apremia el tiempo
se ausenta el dolor,
y todo caos permanece
en orden.
Nunca aprendí a levantarme,
mas siempre supe caer; y el
golpe que quiso asestarme,
se conviritio en un simple rasguño.
Así, ahí, donde estes,
no te levantes, permanece
inmóvil, que he visto un rayo
en esta tormenta
y el camino a quedado
iluminado, por segundos;
pero sé mi trayectoria
y los pasos.
Mal recuerdo el de los vivos
sumidos en pena, mal olvido
el de los muertos que no
dejaron nada en vida.
El camino ausente, se presenta
nítido, y ésta ruta que trazo
cual pincelada en lienzo,
se ha convertido en borrón
que cobra vida propia,
y ahí encuentro la forma,
de quedarme aquí, así...
en movimiento.
No hay comentarios :
Publicar un comentario