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Eres luz de un ventanal,
a la que he cubierto
tras la cortina. Tenue
luz proyectas en esta
habitación, único
consuelo.

No temo a la soledad,
"pues llevo dentro un enemigo",
clavado en mi alma,
acorazado
en mi corazón cristalino.

Ruge el viento cuando
estas más cerca. Desgarra
tu mirada estos telares,
que cubren tu cuerpo como
un cadáver.

Vine imponiendo un deseo,
y me fuí deseando que
impusieras un sueño.

Mas el tiempo, hace
su trabajo, y la
distancia se abraza
a su misiva.

Ya olvidé tu tacto,
ya olvidé tu olor,
ya olvidé tu cuerpo,
...

Me dejo llevar con
el viento en esta
ruta. Deseo efímero,
quizás primero, fue
el recordarte; más
no mereces tanto
prestigio.

Ya olvidé tu rostro,
ya olvidé tu voz,
ya olvidé... ¡aquel perfume!
Llave de mi carcél
en las noches.

Ya olvidé, ya olvidé,... je t´aime.

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