La adrenalina se adueña de mi
cuerpo y recorre en mi alma
la eléctrica sensación del
deseo.
Se para el tiempo y transcurre
a la vez, se origina un pequeño
universo.
Tu imagen forma y esencia.
El instante, es mutua discordia.
Es en la lucha donde más se quiere
al rival. Se espera de él lo mejor,
y se debe demostrar lo mejor.
Y en un instante, tus ojos,
todo se pierde en ellos,
y allí se ordena el caos.
No importa el sentimiento, tus
ojos lo curan. La palabra se
queda muda...
Donde no haya horizontes
andaré entretenido con
alguna nube; acercáte,
si aún me recuerdas.
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